Pese a las restricciones impuestas por los gobiernos a escala global y las dramáticas cifras que presenta la Pandemia del Covid-19, las luchas y las resistencias se las ingenian para buscar nuevos de caminos de expresión.
El Escuadrón 421
El 22 de junio pasado, y tras 47 días navegando, un pequeño barco con siete tripulantes arribaba a las costas de Galicia en España, se trataba del Escuadrón 421 del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El barco Stahlratte (rata de acero) rebautizado como “La Montaña”, zarpó desde Isla Mujeres en México, atravesó el océano imitando el viaje que las carabelas de Colón realizaron hace más de 500 años pero en sentido contrario y dio inicio a la “Travesía por las Vida”, una gira internacional que trajo a cientos de zapatistas a Europa. Anunciada por el subcomandante Galeano en octubre de 2020 a través del comunicado “Una montaña en alta mar”, la acción se transformó en una “invasión compartida” entre organizaciones europeas y el EZLN, en la “Declaración por la Vida” del primero de enero de 2021.
La llegada de la delegación marítima fue le inicio de una “invasión” descolonizadora, cuyo principal objetivo es intensificar la estrategia de tejer redes internacionales y conocer las luchas desde abajo y a la izquierda existentes en todo el territorio europeo. La primera persona del escuadrón que pisó tierra fue Marijose, otroa zapatista –así nombran en el colectivo a quienes no se sienten ni hombres ni mujeres—, como una “cachetada con media negra para toda la izquierda heteropatriarcal”. Luego Marijose renombró a Europa en bats’i k’op –lengua verdadera u originaria—, diciendo: “A nombre de todas las mujeres, hombres, niñxs, ancianos y, claro, otroas zapatistas declaro que el nombre de esta tierra a los que sus naturales llaman ahora Europa, de aquí en adelante se llamará Slumil K’ajxemk’op que quiere decir “tierra insumisa” o “tierra que no se resigna, que no desmaya”. Y así será conocida mientras haya alguien aquí que no se rinda, que no se venda y que no claudique.”
Una invasión planeada al corazón de la “Europa fortaleza”
En realidad les zapatistas empezaron su viaje meses atrás, primero acuarteladas en el semillero “Comandanta Ramona” para cumplir cuarentena y formarse para el viaje, luego iniciando ruta en buses el día 10 de septiembre hacia el Distrito Federal para tomar los vuelos que les traerían a Europa. Finalmente el 14 de septiembre de 2021, luego de pasar por vacunas y burocracias, la delegación zapatista la “Extemporánea” aterrizó en el aeropuerto de Viena en Austria: más de 170 personas, mujeres, hombres, niños y niñas zapatistas de procedencia maya – de diferentes regiones de Chiapas -se unieron al Escuadrón 421. 28 equipos de ”Escucha y Palabra” y representantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) al frente del Subcomandante Insurgente Moisés, emprendieron la invasión al corazón de la Europa Fortaleza, en palabras de Moisés: “Estamos aquí nosotros, las zapatistas y los zapatistas gracias a que hubo compañeras y compañeros nuestros que cayeron luchando en el amanecer de 1994 cuando salimos a pelear contra el mal gobierno” (…) “Venimos porque sabemos que hay pobres pueblos originarios en otros países del mundo y también en las ciudades. Creemos que nuestros hermanos de la ciudad y del campo saben lo que es la explotación del capitalismo, pero nosotros vemos lo que ha hecho el capitalismo, y es el problema de la vida y de la naturaleza”(…)“Los pueblos originarios lo hemos vivido en carne propia, donde el capitalismo ha destruido con la minería. Los gobernantes no van a hacer nada porque son cómplices. Ellos son los que se ponen de acuerdo para hacer la destrucción”, sentenció el subcomandante.
Berlín recibe a los grupos de “Escucha y Palabra”
El turno de Berlín fue el mes de Octubre. La bienvenida tuvo lugar en el Prinzessinnengarten, un pequeño jardín autogestionado en medio de la ciudad, donde diferentes colectivos, activistas y grupos en lucha, recibimos a les zapatistas con danzas chichimecas y con el ancestral saludo mesoamericano a las 6 direcciones del cosmos. Luego de las palabras de bienvenida y de un primer intercambio de ideas, se ofreció a la delegación una Pachamanka, comida tradicional de las culturas de los Andes, más algunos platos iraníes. Durante una semana los grupos de “Escucha y Palabra” se reunieron con diferentes colectivos y grupos políticamente activos en la ciudad “para escuchar, conocer y compartir experiencias de lucha”. Estuvieron presentes el Kiez Kommune Weeding, “Palästina Spricht”, la organización “Women in Exile”, el grupo “Wipala”, “Voces de Guatemala”, la coordinadora de migrantes “Migrantifa”, el Bloque latinoamericano y otras organizaciones interseccionales, feministas y de prisioneros políticos.
La Marcha por la Vida
El viernes 8 de octubre fue convocada por “las colectivas y organizaciones desde abajo y a la izquierda de Berlín y del mundo” a la “Marcha por la Vida”, una demostración pública para protestar contra “la máquina de muerte del capitalismo colonial”. La marcha se desplazó desde el puente “Marshall”, donde les zapatistas desembarcaron de un barco pirata que remontó el Spree, el río de la ciudad. De ahí la manifestación tomó las calles céntricas de Berlín cubriendo un itinerario de denuncias a empresa alemanas y multinacionales con sede en Alemania, que participan y son cómplices de varios megaproyectos en Latinoamérica y en el Sur Global, con fuertes impactos sobre la vida de millones de personas indígenas, como el ejemplo del “Tren Maya” en México.
El camión con altavoz informó a les manifestantes y a la gente en las calles del centro sobre el gigantesco proyecto de infraestructuras llamado Tren Maya en México: seis mil millones de euros para 1.500 kilómetros de vías, trenes de alta velocidad que recorren los territorios indígenas a 160 kilómetros por hora. Con este proyecto, el presidente mexicano López Obrador quiere inmortalizarse en la construcción. El tren conectará los balnearios de la costa caribeña de México con las ruinas mayas de la península de Yucatán y llegará hasta Palenque, en el estado de Chiapas. Las comunidades indígenas que viven en la zona se han mostrado indignadas desde el principio por la elección del nombre „Tren Maya“. Exigen que se detengan los planes de construcción, ya que el Convenio 169 garantiza a los pueblos indígenas internacionalmente el derecho a decidir por sí mismos sobre el uso de sus territorios.
La participación en el megaproyecto de empresas alemanas como TÜV Rheinland, el banco alemán KfW IPEX-Bank o Deutsche Bahn ha sido impulsada desde hace tiempo por la Embajada de Alemania en México. Según una investigación del diario alemán TAZ en verano de 2021, DB Engineering & Consulting GmbH, una filial de Deutsche Bahn, planeaba operar el Tren Maya como un llamado „operador en la sombra“ (Shadow Operator) con unos 8,6 millones de euros. El contrato está vigente desde diciembre de 2020 por un total de tres años. La empreza de trenes alemanas Deutsche Bahn había eludido repetidamente la investigación del diario.
La demostración zapatista en Berlin se dirigió contra la empresa de trenes Deutsche Bahn, el Deutsche Bank, la empresa de gas y petroleo Wintershall, el consorcio químico-farmacéutico Bayer-Monsanto, para terminar en el Humboldt Forum 21, un millonario museo en el Palacio Real de Berlín, en el que se exponen diversas piezas robadas y reclamadas por diferentes Pueblos Originarios de Latinoamérica.
Los 7 principios
La delegación zapatista dejó Berlín para seguir camino a Hamburgo, Leipzig, Frankfurt y otras ciudades de Alemania y posteriormente, unirse al movimiento de enjambre que los llevará a territorios rebeldes de la Europa Fortaleza. Hoy la crisis mundial del Covid-19 nos obliga a imaginar un mundo diferente, se habla de un cambio civilizatorio y de una nueva normalidad. Si la antigua normalidad nos llevó a la catástrofe que hoy presenciamos, es necesario construir una normalidad diferente más justa, igualitaria y sustentable. Para ello, la delegación zapatista no trajo recetas ni respuestas, sino muchas preguntas y la certeza de que la única salida es enfrentar el desafío colectivamente y desde abajo. Como nos recuerda una de las voceras del Consejo Nacional Indígena, a quien tuvimos la oportunidad de entrevistar, se trata de:
“Servir y no servirse,
construir y no destruir,
representar y no suplantar,
convencer y no vencer,
obedecer y no mandar,
bajar y no subir,
proponer y no imponer.”
Aqui esta el audio de Radio Matraca sobre este mismo tema.
El audio en aleman salió aqui.
Y aqui va la traducción de este artículo al alemán.
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