El pasado viernes 4 de febrero se reunieron, frente a la embajada de España en Berlín, una gama diversa de organizaciones y colectivos para reclamar justicia y reparación ante el desastre ecológico ocurrido en la costa peruana el pasado 15 de enero, en Ventanilla, a pocos km. de Lima.
El Ministerio de Medio Ambiente peruano ha estimado que son cerca de 12 mil barriles de petróleo que han sido vertidos en el mar, lo que constituye uno de los más grandes desastres ambientales en el Perú. A esto se suma un segundo derrame de petróleo de menor magnitud el día 25 de enero, el cual la empresa niega diciendo que no fue derrame sino filtración.
Estos atentados han contaminado gran parte de la costa peruana, afectando dos áreas marinas protegidas, más de 24 playas y a la biodiversidad. También el sustento de pescadores, comunidades locales y empresas. Se denuncia que la política de Repsol ha sido desde un inicio negar responsabilidad y emitir comunicados contradictorios que faltan a la verdad.
¿Por qué no se activaron las válvulas de seguridad? se cuestionó un activista. Existen mecanismos preventivos que no estaban instalados en la refinería aquel día. Así, se acusa al Estado peruano que no ha tomado riendas en el tema medioambiental y ha permitido que empresas multinacionales operen dentro de márgenes muy flexibles.
Otro manifestante planteó imaginar el escenario inverso: ¿con cuántos millones hubiera castigado Alemania a una empresa que hubiera ensuciado las playas del Mar del Norte o del Mar Báltico? No sería poco, seguramente. Se sugirió reflexionar sobre la doble moral europea, en cuanto se presentan como verdes y políticamente correctos a nivel local. Mientras que actúan con silencio ante la destrucción de los ecosistemas y vidas en el sur global.
¿Qué se reclama y por qué en la embajada de España en Berlin?
Se denuncian estos delitos desde territorio europeo pues se mencionaba que muchas empresas del viejo continente no aceptan que el sur global ya no es colonia. Y que hace más de 500 años siguen aplicando extraccionismo en desmedro del ambiente local. Se exige que estas compañías respeten los estándares de medio ambiente establecidos pero no sólo en Europa si no que en todo el mundo.
A su vez, que el Estado español cumpla con su deber básico de proteger derechos humanos, en forma de regular y ejercer control sobre el mencionado consorcio que actúa con nacionalidad española y que ha cometido ecocidios en el Perú. Específicamente se espera justicia, sanciones y devoluciones: se exigue a Repsol que asuma una indemnización mensual a las familias afectadas durante el periodo que dure la recuperación del ecosistema afectado.
En diversas partes del mundo se levantan voces ante el abuso en territorios del sur global, se contextualizó que los ecocidios fueron en este caso a manos de Repsol, pero también que otras compañías tienen antecedentes de atentados ecológicos, como Chevron Corporation, Wintershall Dea, Equinor, entre otras, en los territorios llamados Perú, Ecuador, Argentina, Wallmapu, Bolivia, Nigeria, Sudáfrica y Tailandia. Estas acciones se entrelazan en la lucha por fortalecer una verdadera independencia colonial, y en particular una independencia del extractivismo de combustibles fósiles.
Esta iniciativa fue posible gracias a la unión de diversos grupos y colectivos: La comunidad peruana en Berlín, EcuadorMinka, Colectivo MAWVN, Voces de Guatemala, Comunidad Sikuris Berlin, Movimiento Wiphalas, Extinction Rebellion, Ende Gelände, Fridays For Future, Parents for Future, Frauenkollektiv MigrArte Peru, Perrxs del futuro.
Repsol atenta contra ecosistema en costa peruana // Colectivos de Berlín alzan la voz frente a embajada de España von Nachrichtenpool Lateinamerika ist lizenziert unter Creative Commons Namensnennung-Weitergabe unter gleichen Bedingungen 4.0 international.
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