(Berlín, 1929 – Luxemburgo, 2005)
Nació en Berlín, Alemania, pero la familia – su padre era un escritor judío pacifista – salió al exilio cuando los nazis tomaron el poder en 1933, trasladándose primero a Suiza y en 1941 definitivamente a EE.UU. Frank solo volvería a su Berlín natal 40 años después, pero está vez él y su familia como exiliados por el Golpe Militar en Chile en 1973. En en 1957 Frank se doctoró en economía en la Universidad de Chicago, bajo la supervisión de Milton Freidman, cuyas teorías neoliberales del “laissez faire» criticaría duramente algunos años más tarde. A principios de 1960 enseñó en universidades estadounidenses. En 1959 visitó México y en 1960 Cuba, un año después del triunfo de la revolución. En la década de los 60s se trasladó a vivir a América Latina, inaugurando un intenso período de viajes por varios países lo que definirá muy fuertemente sus escritos teóricos y políticos.
En 1962 André Gunder Frank se mudó a Brasil para dar clases en la recién creada Universidad de Brasilia, donde tuvo como estudiantes, entre otros a Ruy Mauro Marini, Theotonio Dos Santos y Vania Bambirra, quienes algunos años después serían sus colegas en Chile, después de que el golpe militar de 1964 en Brasil obligara a muchos intelectuales y políticos a exiliarse. En Brasil, Frank conoció también a Fernando Henrique Cardoso quien al igual que él, fue uno de los autores más influyentes de la Teoría de la Dependencia. Por aquel tiempo Frank desarrolló la tesis que lo haría mundialmente famoso: el “desarrollo del subdesarrollo” y la teoría de la dependencia. Analizando los cambios en Brasil él llegaba a la conclusión de que la planificación de reformas estructurales no era suficiente para producir desarrollo. En 1967 publica su importarte libro Capitalismo y Subdesarrollo en América Latina y en 1969 escribía: “Los países que ahora son desarrollados nunca fueron subdesarrollados, aunque bien pudieron ser no desarrollados. El subdesarrollo contemporáneo es en gran medida el producto histórico de relaciones económicas y de otras relaciones pasadas y que continúan, entre los satélites subdesarrollados y los ahora países metropolitanos desarrollados.”
Para Frank, los vínculos entre los países desarrollados y los subdesarrollados no eran la solución sino el problema, pues perpetuaban el subdesarrollo de éstos últimos. Esto rompió las bases de la teoría de la modernización y abrió el camino para nuevos análisis de las relaciones económico-políticas entre países desarrollados y subdesarrollados. André Gunder Frank llegó a Chile en 1968 a trabajar como investigador del CESO (Centro de Estudios Socioeconómicos) de la Universidad de Chile, donde encontró una grupo de activxs investigadorxs marxistas junto a lxs cuales daría forma a un intenso debate sobre el capitalismo dependiente, el imperialismo y la necesidad de la revolución. Merecen mencionarse de este grupo a Vania Bambirra, Marco Aurelio García, Ruy Mauro Marini, Emir Sader, Theotonio dos Santos, Tomás Vasconi, al igual que los académicos chilenos Orlando Caputo, Marta Harnecker, el teólogo de la liberación Gonzalo Arroyo, Julio López, José Bengoa, Jaime Osorio, Roberto Pizarro, Jaime Torres y José Valenzuela Feijóo, entre otros. El CESO recibía, además, regularmente visitas de ilustres intelectuales de izquierda como Eric Hobsbawm, Rossana Rossanda, Paul Sweezy, Lelio Basso y Alain Touraine. En esa época Frank se casa con Marta Fuentes, que era la bibliotecaria del CESO y una feminista muy preparada quién a partir de entonces será una exigente correctora de sus textos.
Las ideas de Gunder Frank resultaban atractivas, por supuesto, a quienes se veían inspirados por los movimientos de liberación en Latinoamérica y se difundieron muchos entre jóvenes sociólogos y activistas de movimiento estudiantil de finales de la década de 1960. Pero, también tuvieron repercusiones a nivel gubernamental, una vez que Allende, candidato de la Unidad Popular (UP), ganó las lecciones en 1970. En efecto, Pedro Vuskovic, ministro de economía de la UP defendía una economía social que fuera capaz de romper con la dependencia externa (al capitalismo) y con la estructura oligárquica y monopólica que había impuesto la “lumpenburguesía” local. En este contexto, en octubre de 1971 el CESO y el Centro de Estudios de la Realidad Nacional (CEREN) de la Universidad Católica, organizaron un Simposium con el título “Transición al Socialismo y Experiencia Chilena», que contó con la visita de destacados científicos sociales, entre los que estaban Paul Sweezy, Rossana Rossanda, Michel Gutelman y Lelio Basso. Allí, se dio un fructífero intercambio, entre otrxs con Franz Hinkelammert, Armand Mattelard, Jacques Chonchol, Pedro Vuskovic, así como con el propio Gunder Frank, Theotonio Dos Santos, Marta Harnecker y Ruy Mauro Marini, lo que muestra el dimensión mundial o global del debate.
Allende fue derrocado mediante un golpe militar en septiembre de 1973 y el sueño de un país independiente, justo y soberano se quebró por completo. Gunder Frank huyó a Europa y regresó a su Berlín natal donde se hizo profesor de la Universidad Libre de Berlín (Freie Universität Berlin) y en los años siguientes visitó varias universidades europeas. Entre 1981 y 1994 fue profesor de economía del desarrollo en la Universidad de Ámsterdam. Durante los 90s su pensamiento se desarrolló más y más en torno la debate del sistema mundo, en el que adoptó el sistema global como unidad de análisis. Con ello Frank quería evitar el peligro de la fragmentación y de la problemática de la determinación “interna o externa” en los estudios de la dependencia.
Andre Gunder Frank fue un científico social multifacético. Polémico y prolífico con una producción total de más de 1 000 publicaciones en 30 idiomas, incluidos libros, artículo y capítulos en libros. Trabajó en nueve universidades de América del Norte, tres de América Latina y cinco de Europa. Poseía un conocimiento enciclopédico y escribió sobre una enorme variedad de temas, desde la agricultura mexicana en la época colonial hasta los nuevos movimientos sociales, cuestiones sobre historia económica, social y política de América Latina hasta asuntos de Asia y de Europa oriental, temas históricos sobre el sistema mundo y la economía política global, etc. Su último gran artículo, «Oriente y Occidente» apareció en 2005, año de su muerte. En su obra resuenan muchos temas, pero tal vez si pensamos en su cuál fue su mayor motivación para escribir, habría que oir estas palabras: “contribuir a la revolución en América Latina y en el mundo (…) con la esperanza de que mis ideas ayuden a otros a contribuir a la revolución más de lo que lo ha podido hacer el autor.” En 2006 la Escuela de Economía de Estocolmo en Riga (SSE Riga) recibió la colección de su biblioteca personal y estableció la Biblioteca Conmemorativa Andre Gunder Frank en su honor.