Una canción grave que sin embargo no se siente así. Con una letra sencilla, sin complicaciones como son todos los llamados a la acción. Comienza desenredando las apariencias y lugares comunes que justifican la injusticia. Desbrozando poco a poco hasta cantar la lección coreada: a desalambrar, a desescombrar, a limpiar el campo de batalla de las mentiras enunciadas desde siempre. Labor que en la infancia resonaba de entusiasmo y que con el tiempo pasó a ser naturalmente el himno de tantas luchas por toda la América Latina.