Walther Klug Rivera será expulsado

(Berlin, 27 de junio de 2021, taz/npla).- Por segunda vez, el ex oficial Walther Klug Rivera se fugó de la justicia chilena. Fue capturado en Argentina y luego será deportado a Chile. El ex coronel chileno-alemán se enfrenta a diez años de prisión en Chile. El 12 de junio fue detenido en Buenos Aires. El ministro del Interior argentino, Eduardo de Pedro, y el juez a cargo de la causa, Julián Ercolini, decidieron expulsarlo a Chile.

Tras el golpe de Estado del general Pinochet en 1973, Klug había instalado un campo de tortura en una base militar cerca de Los Ángeles, en el sur de Chile. Cientos de prisioneros fueron maltratados, muchos de ellos asesinados ahí. Prisioneros que sobrevivieron la tortura describen al entonces teniente de 23 años como especialmente cruel y sádico. La abogada chilena de derechos humanos Patricia Parra, que representa a familiares de víctimas contra Klug, lo califica como una persona de mayor responsabilidad para torturas y asesinatos en la base militar.

A pesar de los crímenes cometidos, Klug pudo continuar su carrera tras el fin de la dictadura en 1990, ascendiendo al rango de coronel. Recién en octubre de 2014, poco después de su jubilación, la Corte Suprema de Chile lo condenó con sentencia firme a diez años de prisión en el denominado caso ENDESA. Los jueces dieron por comprobada su participación en homicidio calificado de siete y desaparición de otros catorce trabajadores que trabajaban en las centrales hidroeléctricas El Toro y El Abanico, cerca de la ciudad de Los Ángeles en 1973.

Primera fuga a Alemania

Ya en 2014, Klug eludió la justicia chilena y su condena fugándose a Alemania. Hasta el año 2019, vivió tranquilamente y sin molestia alguna en la pequeña y tranquila ciudad de Vallendar, en las orillas del río Rhin, donde mantuvo contacto con el movimiento católico de Schoenstatt que tiene su sede original en este pueblo. Un colegio católico de niñas que forma parte de la institución de Schoenstatt invitó a Klug para que presentara los preciosos paisajes chilenos a unas alumnas de esta institución.

No es el único criminal que busca refugio en Alemania

Debido a su abuelo quién había emigrado de Alemania a Chile, Klug tiene la nacionalidad alemana, aparte de la chilena. La jurisdicción alemana establece que ciudadanos alemanes no serán extraditados a países fuera de la Unión Europea. Así, Klug encontró un refugio seguro en Alemania, y no es un caso aislado. Otros casos destacados son el del médico de Colonia Dignidad Hartmut Hopp y el del torturador argentino-alemán Luis Esteban Kyburg. Entre 2014 y 2019 la justicia alemana tampoco llevó adelante investigaciones penales independientes contra Klug. Recién en un viaje a Italia, el ex coronel, que era buscado a través de Interpol, fue detenido en 2019 y extraditado a Chile en 2020.

Pero esta extradición no fue debida a la sentencia final de diez años de prisión por el caso ENDESA, sino sólo a otra causa judicial en curso respecto del estudiante desaparecido Luis Cornejo. A causa de este juicio, Klug estuvo en prisión preventiva en Chile durante un año, pero mientras fue liberado tanto con la obligación de pasar a policía cada mes y la prohibición de salir del país. El abogado de derechos humanos Francisco Bustos califica este hecho de „gravemente negligente“, ya que desde la primera fuga de Klug a Alemania en 2014, estaba claro que la prisión preventiva era urgente en su caso por el riesgo de fuga.

Era previsible que iba a huir de nuevo

„Esto era como la `crónica de una muerte anunciada`, era previsible que iba a huir de nuevo“, explica la abogada Patricia Parra. Critica que durante años no hubo una orden de captura internacional para la condena definitiva de Klug: „Hay una gran descoordinación. Los Ministros de visita no se comunican lo suficiente entre sí.“.

Klug aún no ha cumplido su condena de diez años de cárcel por el caso ENDESA en Chile. Esto se debe a que la respuesta de Italia al segundo pedido de extradición por este caso aún estaba pendiente. Esto cambió el 26 de mayo de 2021, cuando el Tribunal Supremo de Italia aprobó finalmente la extradición de Klug a Chile también por el caso de los trabajadores asesinados e informó a las autoridades chilenas.

Burocracia o mala intención? Acción tardía de instituciones chilenas

El ministerio de Relaciones Exteriores y la Corte Suprema de Chile dejaron pasar bastante tiempo sin someter Klug a prisión o tomar medidas cautelares que hubieran impedido su nueva fuga.
Recién el 15 de junio el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos chileno confirmó la existencia de la decisión de extradición italiana y anunció que Klug con esto podría ser enviado a prisión para cumplir su condena de diez años.

Aparentemente los abogados defensores de Klug se apuraron más a informar a su cliente de la decisión de extradición italiana. En todo caso, el ágil hombre de 70 años probablemente huyó de Chile a Argentina a finales de mayo. Klug, que siempre va bien vestido y viaja con pasaporte alemán, y que, como coronel retirado, sigue recibiendo una pensión estatal de unos 1.500 euros de base al mes más dietas adicionales, intentó ganar la carrera contra el tiempo. Según información de pagina12, el 1 de junio ya habría intentado salir en avión desde el aeropuerto de Buenos Aires a Madrid y luego a Alemania, que ya le había prestado refugio de 2014 hasta 2019. El hecho de que el ex coronel al huir de Chile hubiera pasado por un paso no habilitado y, por tanto, no hubiera recibido una confirmación de entrada a Argentina le hizo perder. Durante un control de check-in en el aeropuerto con destino a Europa, los funcionarios de migración argentinos detuvieron a Klug por falta de documentación de entrada y por una antigua nota de Interpol. No pudieron detenerlo, pero desde entonces varias unidades policiales argentinas lo tuvieron en su radar, lo vigilaron y lograron identificar su alojamiento.

Movilización masiva contra impunidad en social media

En Chile, la organización de derechos humanos y sitio de memoria de lo que fue centro de tortura Londres38 y el periodista Luis Narváez, cuyo tío está entre las víctimas de la represión de Klug, dieron la voz de alarma. Informaron de la fuga de Klug a través de Twitter desde el 8 de junio. Se sumaron abogades y representantes de los medios de comunicación, y se produjo una amplia movilización en las redes sociales. „La justicia chilena también tuvo que moverse“, explica Patricia Parra, abogada de familiares de víctimas de Klug. El 9 de junio, la jueza encargada, Paola Plaza, finalmente emitió una orden de captura internacional, que se distribuyó a través de Interpol.

Con esta orden, Klug fue finalmente detenido en Argentina el 12 de junio. El ministro del Interior argentino, Eduardo de Pedro, y más tarde también el juez responsable Julián Ercolini, anunciaron rápidamente la expulsión de Klug a Chile. Esto parece ser inminente, actualmente está retardado por una infección de Klug con el coronavirus.

Ya en 2005, la policía argentina había detenido al líder fugitivo de la Colonia Dignidad Paul Schäfer en su escondite cerca de Buenos Aires. Con la detención de Walther Klug, ahora es nuevamente la policía argentina la que le saca las brasas al aparato judicial y policial chileno – y de cierto modo también a las instituciones alemanas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos también está instando a una mayor acción contra la impunidad, y recientemente ha pedido a Chile que no conceda inmunidad en los casos de crímenes de lesa humanidad. Respecto de Klug, no está claro cómo cumplirá su condena de diez años una vez que sea trasladado a Chile. Sin embargo, esta vez parece imposible que vuelva a escaparse.

Texto en alemán

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