La ausencia de las fiestas de la común-unidad en pandemia

Procesión religiosa
Procesión por Santa Catarina Cuixtla.
Foto: Knut Hildebrandt

(Oaxaca, 01 de marzo 2023). Miriam Flores nos cuenta desde Santa Catarina Cuixtla, México de que a inicios del 2020, las comunidades mexicanas comenzaron a escuchar por primera vez sobre el Coronavirus: al principio, se supo que personas de muy lejos se habían contagiado, después se enteraron de conocidos que habitan en ciudades grandes padecían la enfermedad y del miedo. Finalmente, pasadas unas semanas se supo que el virus había llegado a los pueblos cercanos y de un día para otro, comunidades enteras decidieron aislarse: Al cerrar o limitar la entrada y salida de sus ciudananos. Con ello, se fue la alegría que caracteriza a muchos de los pueblos: sus fiestas, sus asambleas, sus tequios (los trabajos colectivos que se realizan a beneficio de la comunidad) y toda la vida que se hace en común.

A sus 83 años, Juana María pensó que había visto casi todo y nunca se imaginó que el pueblo en donde nació:, Santa Catarina Cuixtla, ubicado en una zona de transición geográfica entre los valles de Oaxaca y la sierra Madre del sur, pertenecientes a la etnia zapoteca, en el suroeste de México, cambiaria radicalmente de un día para otro.

“Eso para nosotros fue muy triste. Porque estuvimos con la puerta cerrada: no tuvimos ni una visita, no tuvimos nada, ni un familiar, ni nada; no salimos a ningún lado, ni a comprar nada, nada más los de la casa hicimos nuestro desayuno, comida pero nomas con nuestros hijos, nuestra familia en la casa, en la calle casi nada. No visitas ni un amigo ni un familiar. Por esa parte nos sentimos muy tristes muy desesperados, igual el segundo año.”

La vida en común-unidad

Es esta separacion entre lo común y el individuo, lo que a Juana María le hace cuestionarse la vida misma porque la vida en las comunidades de Oaxaca se hace en colectivo: en común-unidad. Este sentir, pensar y actuar en colectivo se encuentra muy presente en la fiesta. Así nos lo explica Ricardo Peralta, escritor, gestor de procesos comunitarios y profesor de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca: “Las fiestas en el estado de Oaxaca son de suma importancia para el mantenimiento de los procesos culturales que se llevan a cabo en cada una de las regiones. Inicialmente la fiesta es el elemento por excelencia que fortalece el tejido comunitario.”

Hacer comunidad es tejer

Asi confirma Juana María: “Nos gustan mucho las fiestas, la tradición del pueblo que es animarse, vivir y convivir con las personas que sirven, que organizan la fiesta. Entonces toda la gente del pueblo, vecinos, familiares, ayudamos a los que están sirviendo, que están prestando su servicio al templo y nos gusta llevarles su cartón de cerveza, su mezcal, su resfresco, maíz para sus tamales o lo que ocupan, las señoras o los que están sirviendo y tambien nos gusta ir a echarles la mano a apoyarlos en sus actividades que hacen, nos gusta.”

Es esta ayuda mutua, una de las bases para fortalecer y regenerar los tejidos de comunidad: la amistad como herramienta de convivialidad, que permite imaginar y diseñar el entorno de manera recíproca. Una perspectiva completamente diferente a lo que nos plantea el pensamiento occidental y sus estructuras capitalistas.

Religiöse Prozession
Parte de una procesión de una mayordomía en Santa Catarina Cuixtla.
Foto: Knut Hildebrandt

La alegría de estar elegido como mayordomo

Las mayordomías en Oaxaca, son cargos religiosos católicos llenos de sincretismo que se cumplen al interior de una comunidad. Sus representantes organizan las fiestas durante todo el año. Ellos y ellas se postulan de forma voluntaria para celebrar al santo de su población. Hablamos con Juan Carlos, quien a lo largo de su vida comunitaria ha sabido sobrellevar la mayordomía en dos ocasiones: “Mi nombramiento como mayordomo fue por una promesa que mi esposa y yo hicimos. Se siente una alegría cuando te nombran mayordomo y tu tienes esa fe de servir a nuestro señor. Nos sentimos muy agradecidos con las autoridades por darnos esa oportunidad de creer en nosotros que podemos ser capaces de cumplir ese año de compromiso para servir a nuestro templo.”

Y tambien Ricardo Peralta nos cuenta de que através de los procesos festivos se generan procesos de mayordomias, de compadrazgos, de apadrinazgos para la organización colectiva de un espacio de goce y disfrute en la comunidad: “En ese sentido cuando la persona responsable de la fiesta o el comité organizador de la fiesta empieza a hacer la gestión de la misma genera una especie de tejido a través de las relaciones de apoyo para la organización de la comida, de los insumos, para las labores que haya que hacer a través de cada uno de los elementos que compondría la fiesta y eso se traduce en la vida cotidiana: Se fortalecen las relaciones a partir de esta ayuda mutua, de esta reciprocidad, de esta compartencia que se estaría trabajando.”

El Coronavirus interrumpió en los procesos importantes de las comunidades

Desde la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, Ricardo Peralta busca fortalecer, difundir y reflexionar sobre las formas de aprendizaje, de trabajo y de organización, desde la perspectiva de los pueblos originarios, siendo la fiesta un pilar fundamental en el ejercicio comunal. En el caso de Juan Carlos, este proceso se vio interrumpido a raíz de las restricciones sanitarias impuestas por el Coronavirus: “La mayordomía de 2020 fue muy triste por las restricciones que nos dio la autoridad. Fue una etapa que no se puede olvidar facilmente. Yo todavía tengo ganas de servirle a mi pueblo. Mientras dios nos brinde vida y salud, aquí estamos para servirle al pueblo y la mayordomía.”

La fiesta es trabajo y respeto a deidades, a las costumbres y a la vida misma pero también cumple una razón social que pertime regular el tempramento de una comunidad. Ricardo Peralta: “Es una valbula de escape de todas aquellas tensiones comunitarias que pueden surgir a lo largo de ciertos momentos por el proceso mismo organizativo de las comunidades y que la fiesta coadyuva a esta regulación de este temperamento colectivo, fortalece este sentido de gozo y disfrute, y através de ello permite un ejercicio mucho más abierto de relaciones entre las comunidades, entre alguien al interior de la comunidad y también entre comunidades por que en muchas de estas fiestas cuando asiste la banda del otro pueblo o las cocineras del otro pueblo. Pues eso permite también fortalecer el sentido entre unos y otros.”

Se retoma los procesos colectivos paso por paso

En pocas palabras la fiesta tiene un sentido aglutinador importantísimo, para la cohesión entre las personas y los pueblos. Cuando la pandemia llegó a estas tierras afortunadamente Santa Catarina Cuixtla contaba con una base solida de reciprocidad y compartencia: La perdida de empleos y escasez económica fue notoria pero no debastadora pues a lo largo de cientos de años estos pueblos, resisten a través de sus costumbres y mantienen viva solidaridad.

Hoy, después de más de dos años de la llegada del Coronavirus, en Santa Catarina Cuixtla se respira con tranquilidad ese maravilloso aire fresco y limpio que sus bellos bosques les proporcionan. Aquí es evidente la alegría y la expectativa, los procesos organizativos son ya visibles en todo el pueblo para que el próximo 30 de abril se celebre al Señor de Cuixtla, la máxima fiesta del pueblo que tendrá una semana de duración.

Aquí se escucha el audio sobre este tema por Radio matraca.

 

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